Crece planta académica del Departamento de Ingeniería de Minas de la U. de Chile

El Prof. Luis Felipe Orellana recientemente se incorporó a la planta académica del Departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad de Chile, en el área de Mecánica de Rocas. Destacan entre sus intereses de investigación la fricción de rocas, la estabilidad sísmica y la mecánica de fallas geológicas, la caracterización experimental de rocas, y los procesos constructivos y tecnologías de excavación de rocas en zonas geológicas complejas.

Luis Felipe Orellana es Ingeniero Civil de Minas de la Universidad de Chile. Inició su formación de pregrado en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, donde se tituló el año 2012, oportunidad en la que también se graduó como Magíster en Minería. En 2018 finalizó su PhD. en Mecánica de Rocas en la École Polytechnique Fédérale de Lausanne, Suiza. Durante su investigación doctoral fue parte del Proyecto Laboratorio Subterráneo Mont Terri en Suiza y colaboró con investigadores del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) y de la Universidad La Sapienza de Roma, ambos en Italia.

Sobre las tareas a las que se encuentra abocado actualmente destaca que “aún existen muchas interrogantes sobre la estabilidad sísmica y la mecánica de fallas geológicas y como ellas interviene en el desarrollo de la minería, tanto a cielo abierto como subterránea, pero también en la explotación de otros recursos naturales de interés para Chile como los reservorios geotermales“.

Agrega que “otro objetivo de mi incorporación al Departamento es el desarrollo del área de excavación de rocas y túneles. Hay muchos procesos como abrasión y fricción de rocas que son relevantes para entender luego los rendimientos y los costos de perforación. Investigaremos desde la Universidad de Chile y en colaboración con la Industria los mecanismos de desgaste, abrasión y fricción, los procesos y tecnologías de excavación, en particular la aplicación de excavación mecanizada, la automatización de los procesos constructivos, y la excavación en zonas geológicas complejas de alto esfuerzo, con presencia de fallas, entre otros“.

Uno de los principales desafíos de la disciplina se encuentra en la capacidad de estudiar fenómenos muchas veces inaccesibles a las personas. En ese sentido, el académico indica que “hay datos de terreno muy valiosos como, por ejemplo, del comportamiento sísmico de una falla la cual fue inducida por la acción humana que son difíciles de entender. Esto ocurre en parte porque los macizos rocosos y las fallas tienen propiedades fundamentalmente heterogéneas, pero también porque están sujetos a entornos geológicos complejos. Desde la mecánica de rocas experimental se puede estudiar y replicar la física de los fenómenos de manera aislada y controlada, para luego utilizar ese conocimiento para entender los fenómenos de mayor escala”.